Eso debió de pensar una mañana al levantarse el bueno de Antonio Ávila, concejal responsable de parques y jardines del Ayuntamiento de Badajoz. Y, ni corto ni perezoso, empezó a alfombrar con césped artificial la ciudad, porque queda muy bonito y es la mar de económico señora. Y dentro de esa expansión del plástico verde, le llegó el turno a varios jardines de los Grupos José Antonio. Yo al principio pensé que nos iban a montar un mini-golf y todo, jajejijoju. Me parece una ocurrencia cutre y provinciana, de nuevos ricos, propia de un ayuntamiento de pueblo chico. No me gusta nada, y menos lo que ha traído consigo. Los chavales lo usan como campo de fútbol, para tomar el sol, beberse las litronas y hacerse sus porrinos o bailar al ritmo de la música de un radiocassette. Y todo esto a escasos metros de un montón de viviendas. No se pueden ir al Parque Infantil, donde no molestan a nadie, por poner un ejemplo.
Imaginad el por culo que da a los vecinos aguantar a los chavales dando voces y haciendo el cabra sobre el cespecito. Y lo peor vendrá cuando los dueños de los perros vuelvan a usar los jardines como cagadero para sus mascotas, con los calores encima. Imaginad la mierda sobre el plástico, lo que tardará en descomponerse... O los olores de la mierda y los meados sobre el plástico a 40 grados... Antes había tierra, y al menos la mierda y las meadas de los perritos se absorbían más rápido. Al final, como siempre, vamos a ser los vecinos los sufridores de esta idea de bombero de nuestro ayuntamiento.
No me gusta el césped artificial, pero entiendo que no es mala idea ponerlo en rotondas o medianas donde el mantenimiento del césped natural es más dificultoso. Lo que no veo apropiado es usarlo en jardines urbanos. Para esta cutrez hubiera preferido que no pusieran nada y lo dejaran como estaba, con tierra y punto.