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jueves, 15 de mayo de 2014

Mi juguete preferido cumple 40 años

Sin duda, los dos juguetes que marcaron mi infancia fueron los clicks de Playmobil y el Scalextric, sobre el que ya os he hablado alguna vez. Este año, estos simpáticos muñecos de plástico de apenas 7 cm están de aniversario, porque se cumplen 40 años de su creación. 


Tengo muchos y buenos recuerdos de los clicks. Me pasaba horas y horas jugando con ellos; solo o con amigos. Tenía un montón de cosas, que ahora os contaré, y todos los años los Reyes Magos me “caían” algo de los clicks. No fallaba, jeje. También recuerdo la llegada de los clicks con manos móviles (cuando se pasó de los “clicks de Famobil” a los “clicks de Playmobil”), lo que provocó que tuviese entre mis filas una verdadera plaga de mancos, jajajaja.


Pero, sin duda, lo que recuerdo con más cariño era ir con mi padre a buscar a mi madre al trabajo y entrar en Las Tres Campanas, la juguetería por antonomasia de Badajoz, para hacer algo de tiempo. Allí siempre me salía con la mía: mi padre me compraba un click individual, y yo me iba tan contento con mi cajita azul, con un pirata, un vaquero o un indio.


Como he comentado antes, tenía de todo un poco del universo de los clicks: el castillo medieval, el mesón medieval, el fuerte del Oeste, la oficina del sheriff, la diligencia, el barco pirata, la patrullera, el jeep safari, la estación safari... Mis preferidos eran los del Oeste y los de la Edad Media. Siempre me quedó la espinita de no tener el tren del Oeste y la estación del tren, que estaban guapis, pero todo no podía ser. 


Por desgracia, cuando era adolescente mi madre me obligó a desprenderme de todo por temas de espacio en casa y los regalé. Me da pena no conservarlos, más que nada por si algún día tengo hij@s, jeje.  


Y ahora que he sido tito de un niño guapísimo, me ha vuelto la ilusión por los clicks. Estoy deseando que mi sobrino tenga la edad para regalarle clicks y jugar con él, jijiji. 

Y es que, siempre he mantenido, queridos lectores, que quien no ha jugado con los clicks no ha tenido infancia. 

domingo, 27 de diciembre de 2009

Scalextric entra en la web 2.0

Hace tiempo que Scalextric viene adaptándose a los nuevos tiempos. Ahora, el mítico juguete da un paso más y se actualiza en la Red: la marca ha creado un canal en Youtube y un perfil en Facebook para estar mas cerca y en contacto con sus seguidores. Bueno, lo de juguete es relativo, juguete para los niños y hobby para los no tan niños, jeje. Lo que sí es cierto es que se ha convertido en un hobby bastante caro.

Yo guardo muy buen recuerdo de mi Scalextric. Aún conservo 4 coches en diverso estado de conservación y un montón de pistas. Cuando llegaban las vacaciones de Navidad desempolvaba el Scalextric, lo montaba en el salón de casa y allí se quedaba todas las Navidades. Jugaba con mi padre, con mis amigos, con mis primos, con mi hermana, con amigos de mi padre... Pronto, ese circuito básico que me regalaron, con un Ford Fiesta y un Renault 5 Copa “Calberson”, se fue ampliando. Mi padre estaba estudiando Psicología por la UNED e iba a Mérida a las tutorías una vez a la semana. A menudo me traía algún accesorio de Scalextric, como rectas, curvas, peraltes, balas de paja, puente-cambio de rasante, etc... Los compraba en una juguetería de la calle Santa Eulalia.

Más tarde, mi padre me construyó un circuito permanente de dos alturas, que guardábamos colgado en la pared ya que iba fijado sobre una estructura de madera. El modelo venía en una revista de Scalextric que aún conservo. Era una pasada el circuito. Mí padre se lo curró. El único detalle para que fuera calcado al de la revista hubiera sido pintar la estructura de madera con pintura verde, simulando césped. Ese fue el apogeo de mi Scalextric. Lo tuve varios años. Un buen día, mi madre decidió que ocupaba mucho espacio. Así que tuve que desmontarlo.

Durante esos años llegaron más coches. Un año, en mi santo, mi padre me regaló un Ford RS-200 “Marlboro” y un amigo de mi padre me regaló un Formula 1 Williams FW-07 F1. Otro año, mi padre llevó el R5 y el Ford Fiesta a Las Tres Campanas, porque estaban en un estado lamentable, y les dijo que a ver que podían hacer con ellos. Recuerdo que la sección de Scalextric y de Ibertren de esta juguetería pacense era una paaaasada. Volvieron a boxes un 6 de enero, convertidos en un Porsche 911 Carrera “Jocavi” y un Porsche 935 “Interescope”, respectivamente.

Con el paso del tiempo fui jugando bastante menos. Recuerdo dos grandes citas en los años de instituto y los primeros de uni. Una fue cuando me cambié de casa, que montamos en el salón, vacío de muebles, un supercircuito con pistas mías y de Iván o Luismi, creo. Luismi seguro que estuvo porque se llevó sus coches. Recuerdo un Audi Quattro. Paco creo que se llevó dos coches suyos también. La otra fue en casa de Paco, que montamos un circuito chulo en la terraza acristalada de su casa, jeje. Ahí también recuerdo a Iván montándolo y jugando. Eso pudo ser en la Universidad, en primero o segundo de carrera, no estoy seguro. Incluso creo que hemos hecho dos quedadas de Scalextric en casa de Paco.

Y esta es, a grandes rasgos, la pequeña intrahistoria de mi Scalextric, sin duda uno de los juguetes clave de mi infancia. El otro fueron los clicks de Playmobil. Sobre ellos tuvimos una buena conversación hace unas noches, trufada de nostalgia de nuestra infancia (está en mis planes dedicarles una entrada). En fin, en estas fechas afloran los recuerdos de esas Navidades de hace un millón de años, cuando eramos chicos. Aunque no os lo creáis, me he emocionado escribiendo este post. Quiero desearos a todos los lectores y lectoras de este humilde blog que paséis felices fiestas!!


Anuncio de Scalextric. Navidades de 1986